LP Arrecife
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Descripción
ARRECIFE – Fino Oyonarte (Buenaventura, 2023)
Hay algunas canciones que siempre, invariablemente, me hacen llorar. Da igual
cuántas veces las escuche. Si presto atención a la letra -y me cuesta escuchar música
que me gusta sin prestar atención a la letra- me empiezan a brillar los ojillos. Empatizo
con ellas de esa manera, visceral e involuntaria, porque me hablan de mí. Hablan de la
Muerte, del Amor y del Paso del Tiempo, como el 90% de canciones que merece la
pena escuchar en esta vida. Pero, en el fondo, siempre, y sobre todo, hablan del Amor.
De su presencia, de su ausencia, de su fragilidad. Son canciones como “The lady with
the braid”, de Dory Previn; “First day of my life”, de Bright Eyes; “Te recuerdo,
Amanda”, de Víctor Jara; “Vou veri-vou”, la nana tradicional que me cantaba mi madre;
y ‘Huellas en el tiempo’, del disco de debut de Fino Oyonarte. Que un homenaje tan
directo y descriptivo al amor que se tenían sus padres pueda emocionar a cualquiera que
lo escuche, aunque no haya conocido a sus protagonistas, es la prueba de que esa
canción ha logrado traspasar las fronteras de la confesión personal para convertirse en
patrimonio de su audiencia, en algo mucho más grande. En Arte, con mayúsculas.
Fino ya tiene su nombre grabado en la historia del pop español por ser el bajista
de Los Enemigos o por haber producido el disco de debut de Los Planetas, además de
muchos otros proyectos y colaboraciones. Pero su verdadero legado inmortal, el que
descubrirán y admirarán generaciones venideras, va a ser, para mí y para quienes
compartan nuestra percepción de la belleza, el material que está escribiendo, grabando y
publicando ahora en solitario. Primero, con “Sueños y tormentas”, su disco de debut, y
ahora con “Arrecife”, una nueva colección de canciones que enlazan y conectan
directamente con la atmósfera e incluso la temática del disco anterior. Igual que hemos
recuperado joyas escondidas de los 60 y los 70 que son ahora discos esenciales en
nuestras colecciones, estos discos se van a convertir en objetos de culto desde el mismo
momento de su publicación. Son discos honestos, sencillos, hermosos hasta decir basta,
en los que Fino se desnuda emocionalmente y nos abre de par en par las puertas a su
mundo interior, sus intereses y sus preocupaciones. “Voy pasando por la vida con mi
fragilidad”, nos canta. Y entre esas preocupaciones destaca, por encima del resto, la
conciencia del paso del tiempo y de sus efectos en nuestras vidas y en nuestras
relaciones. El tiempo pasa rápido, y tenemos que aprovecharlo. “En cualquier momento
todo puede cambiar”.
Son canciones sobre sueños perseguidos, cumplidos y por cumplir. Sobre las
raíces, que nunca se sueltan del todo, sobre la huida en busca de la aventura y sobre el
retorno al hogar, aunque ese hogar ya no sea nunca el mismo que se abandonó ni tú seas
ya, tampoco, la misma persona que se marchó. La nostalgia por un tiempo que fue feliz,
y la alegría al reconocer la fortuna de haber vivido -¡y de vivir!- en un entorno marcado
por el amor profundo. “Yo no sé, ni sabré, ni quiero saber, por qué me has elegido a mí”.
Durante el proceso de grabación de estas nuevas canciones, los padres de Fino
fallecieron, uno después del otro, en un plazo muy breve de tiempo. Sus figuras están
muy presentes en todo el disco pero, paradójicamente, la sensación que te deja su
escucha es de optimismo, de esperanza, de alegría, de ganas de vivir, de querer a la
gente que tenemos cerca y de disfrutar al máximo de cada momento, durante todo el
tiempo que podamos. Con humildad, pero también con la conciencia de haber hecho un
trabajo redondo. Como dijo José Ignacio Lapido en su biografía: “quizá el mundo no
necesite este disco, pero yo sí”. Y yo también, Fino, y yo también.
“Arrecife” es más luminoso -también más rítmico y más dinámico por
momentos- que “Sueños y tormentas”, pero su armadura sigue siendo la misma: acústica,
natural, sencilla, precisa. No falta ni sobra ningún detalle, están los que necesitan las
canciones para ser perfectas. Ha contado de nuevo con la ayuda de César Verdú en la
producción y con los arreglos de cuerda de Philip Peterson arreglista norteamericano
que ha trabajado con Lana del Rey, St Vincent o incluso Lady Gaga pero que, en el caso
de Fino, recuerdan más a lo que hacía Robert Kirby con las canciones de Nick Drake.
Hablando con Fino sobre el disco, me mencionó influencias que iban de Cioran
a Bertrand Russell, de los Beatles a Leonard Cohen o a Elliot Smith. Pero, de todo lo
que hablamos, lo que en mi opinión refleja mejor el sentimiento global de “Arrecife” es
el “Último Fragmento” de Raymond Carver, un poema escrito cuando el poeta sabía que
le quedaban pocos meses de vida, que cierra su último libro y está grabado sobre la
lápida del escritor:
¿Y conseguiste
lo que querías en esta vida?
Lo conseguí.
¿Y qué querías?
Considerarme amado, sentirme
amado en la tierra.
Y a mí me parece que el bellísimo cierre de “Arrecife”, dedicado a su padre y al
común recuerdo de su madre, merece también que algún día, dentro de muchos años, se
graben estas palabras en el frío mármol de una lápida a la que nunca deberían faltarle
flores:
Las luces se apagan, terminó la función.
Nunca es buen momento para decir adiós.
La vida es un sueño.
La vida es un sueño
–Joan Vich Montaner
El Puerto de Santa María – noviembre, 2022